Padda Oryzivora

 
A 1790 se remonta la primera mención a este pájaro, que sigue siendo objeto de gran aprecio. Es una de las especies más convenientes para la cría en jaula, ya que cría sin problemas a sus polluelos; es fuerte y poco exigente. 

El padda se alimenta de diversos tipos de mijo, alpiste, avena sin cascabillo y, en la estación correspondiente, espigas de trigo verde. Estos granos pueden ofrecerse secos o germinados. Se agregará diariamente algo de hierba y de vez en cuando cebo de huevo. 

En el momento de la alimentación de los polluelos, habrá que aumentar la cantidad de cebo y añadir huevos de hormiga y gusanos de harina. Estos pájaros son bastante pacíficos; sin embargo, no pueden permanecer enjaulados en compañía de pájaros exóticos pequeños. 


Si los paddas que usted tiene son pájaros recién importados, se mostrarán algo salvajes durante bastante tiempo.

Por lo general, el padda se instala en un nidal de 15 x 15 x 18 cm con media pared anterior abierta. En pajarera, se construirá en el ramaje un gran nido redondo bastante mal hecho, en las ramas cercanas a una pared o entre los arbustos. Como material de construcción, pondremos a su disposición hierbas' frescas, paja, heno, albura, fibras de coco, etc. El padda utilizará lo que encuentre a su alcance. La hembra pone entre 4 y 8 huevecillos; los 'pequeños nacen pasados 13 ó 14 días de incubación; al cabo de 4 semanas abandonan el nido y siguen siendo alimentados por sus padres durante otros 14 días. 

Apenas adquieran su independencia, habrá que separar a los pequeños de sus padres, ya que, de lo contrario, éstos comienzan a perseguir-los. En condiciones favorables, los pájaros jóvenes adquieren su coloración completa en 2 ó 3 meses.


Al padda le gusta mucho bañarse y siempre tiene el plumaje limpio y bien alisado. En invierno, deberán permanecer en un lugar con algo de calefacción.