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Ya en la Edad Media se criaban canarios en España, sobre todo en los monasterios.
Desde allí, estos pájaros llegaron a Italia y en torno al año 1600. Los primeros canarios italianos aparecieron en el Tirol. Más tarde, penetraron en los criaderos de la región de Nuremberg y de allí, gradualmente, las demás regiones de Alemania, donde sigue ocupando un lugar priviligido. El canario cantor es más apreciado por su canto que por su colorido aunque los criadores han ido mejorando la especie, tanto en su forma, como en su tamaño y color.
La alimentación básica de todos los canarios consistirá en cuatro, de colza, una de avena descascarillada y otra de alpiste. De vez en añadiremos un poco de adormidera, de granos de lino y semillas de lechuga. Le daremos además manzana, higos y otras frutas, lechuga, espinaca rábano rosa, espigas de llantén, alsine, etc. No debe olvidarse la zanahoria En el momento de la muda, reforzaremos la alimentación con cebo de huevo, que daremos a la hembra cada dos días a partir de Agosto.
En Septembre los pájaros comienzan a anidar. Instalaremos a la pareja en jaula con las siguientes dimensiones mínimas: 50 x 40 x 40 cm. Puede engancharse el soporte del nido en el interior o el exterior de la jaula. Como material de construcción del nido, pondremos a disposición de los pájaros las tradicionales hilachas, crin, borra, etc. La hembra comienza a empollar apenas ha puesto el primer huevo, por tanto se lo quitaremos enseguida. Y lo sustituiremos por un ponedero. Una vez que haya puesto cuatro, colocamos de nuevo los huevos verdaderos y conseguiremos así que los polluelos nazcan al mismo tiempo. Nacerán al cabo de 13 días y serán criados 18 ó 20 días más.
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